Implantología: Implantación dental
La implantología oral es la especialidad de la odontología que se ocupa del estudio de materiales aloplásticos para rehabilitar la pérdida dentaria de los maxilares.
Su objetivo es sustituir dientes perdidos mediante la colocación de uno o más implantes dentales en el hueso maxilar del paciente.
Los implantes dentales son fabricados con titanio, un material muy biocompatible con el ser humano, permitiendo la osteointegración con el hueso del paciente. Tienen distintas longitudes y diámetros, adecuados para cada caso según el diagnóstico y el criterio del dentista.
Posteriormente a su colocación y con el tiempo de cicatrización pertinente, se procede a restaurar los dientes perdidos mediante prótesis.
Dr. Francesc Álvarez
¿Qué son los implantes dentales?
El implante dental es un tornillo fabricado con titanio puro que ha sido sometido a un tratamiento especial en su superficie para garantizar la osteointegración en el hueso. Se trata de una prótesis médica biocompatible, apta para ser implantada en el cuerpo humano y, por tanto, sometida a los más severos controles sanitarios desde su fabricación hasta la colocación al paciente.
Es una pieza de alta precisión, diseñada para resistir fuerzas muy considerables, como las realizadas por los maxilares en el proceso de masticación. Esta pieza debe reunir unas condiciones de mecanización perfectas en cuanto al ajuste de su cabeza con las piezas protésicas que deben colocarse encima, de modo que no exista ningún tipo de holgura entre ellas.
Por todos estos motivos, es importante trabajar con implantes dentales de reconocida calidad.
Una pieza dental restaurada con un implante se compone de tres partes: el tornillo, el conector y la corona o funda.
Diferentes tipos y tamaños de implantes dentales
Existen muchos tipos distintos de implantes dentales.
En cuanto al material, podemos distinguirlos en implantes dentales de titanio de superficie lisa o superficie rugosa, según el tipo de tratamiento de superficie que hayan recibido. Antes, todos los implantes dentales eran de tipo liso, pero en la actualidad existen estudios que demuestran que los implantes del tipo rugoso son de mayor calidad y permiten una osteointegración más rápida.
Por otro lado, podemos clasificarlos en implantes dentales de hexágono interno o de hexágono externo en función del mecanismo antirotatorio utilizado. En la implantación dental actual, la técnica más recomendada es la combinación del hexágono interno y el cono, que permite realizar una prótesis más estable en el tiempo y nos ofrece más posibilidades estéticas en la rehabilitación protésica.
Finalmente, según el diseño existen implantes dentales autorroscantes e implantes dentales que no lo son. El primero ofrece una mayor estabilidad primaria y facilidad de colocación y reduce considerablemente la posibilidad de recalentamiento del hueso durante la cirugía.
En definitiva, en la actualidad la implantología es una disciplina en constante evolución. Con técnicas cada vez más rápidas, predecibles y mínimamente invasivas, y en combinación con los últimos avances tecnológicos, la implantación dental se convierte en una solución cada vez más precisa, ágil y eficiente.